seguir bailando...¿que ritmo?

ATOCINADOS

15 feb 2014

"Gong-Oh" Paolo Conte


Nos recuerda el chiste de la niña de cinco años que quiere un támpax por navidad y Santa Claus le exclama que debe pedir otra cosa, a lo que la niña remata: Es que en el anuncio dicen que con eso puedes hacer de todo, esquiar, montar a caballo, correr, ir en moto, bailar... Muy graciosa la niña, tan límpida e inocente creyó que el támpax servía para muchas cosas cuando en realidad sólo sirve para una. Este error, recurrente también entre adultos, sucede con el compositor del Azzurro de Celentano. Nos explicamos. Puede parecer que Paolo Conte serviría para contar las bonanzas del vino o certificar que la voz humana es el más bello de los instrumentos musicales o que el cambio hacia el acorde más grave descodifica el sentimiento o que tal  y cual teoría que me saco de allí funciona, pero no es así ni tampoco mucho menos. Es, como casi todo, mucho más prosaico: Paolo Conte es Paolo Conte y sirve para una sola cosa y esa cosa es escucharlo y sentirlo siempre, copa en mano, sin mitomanía ni épica. Antes sugerir que evidenciar; antes un balbuceo que un grito; antes un arreglo que un solo; antes volver a repetir la melodía infalible que adulterar el tema con sobrantes. Todo más prosaico y escaso y sencillo y útil. Como un támpax.