seguir bailando...¿que ritmo?

ATOCINADOS

29 nov 2012

"Thirteen" Danzig

Thirteen siempre fue -y será- la única canción apreciable del nefasto grupo Danzig. Atocinados la volvió a escuchar en los créditos de Resacón en Las Vegas -obra absolutamente maestra- y muchos descubrieron que había algo más huevero que Alice In Chains. Ni catorce Marks Lanegans con afonía cantarían así, sin alzar la voz, rasposo y con un reverb natural que parece sonar desde un sarcófago, pero que en realidad proviene de la garganta de un tapón facha tan yankee como despreciable. Al igual que con la mítica escena de Taxi Driver - You Talkin' me?- todo adolescente con ínfulas conquistadoras ha sido Glenn Danzig en su habitación, a solas, alguna vez. Es catártico, algo así como mirarse la polla en el espejo desde una perspectiva engañosa para creerse Mandingo. ¿O eso no le sucede a todo el mundo?... Da igual, no envíen respuestas, se lo pedimos por favor.

16 nov 2012

"TV Screen" Half Church

Cuando la gente empieza a morir por los deshaucios y Steve Aoki hay tensión, y Atocinados cree que nada dibuja la tensión mejor que este alambre de tres minutos, bailable y paranoico, que de tan nervioso no explota; se queda rígido y comatoso esperando otra y otra y otra reproducción. Avisamos que TV Screen crea adicción a todo psicótico hiperactivo subiendo los niveles de espasticidad, así que por favor consúltenlo con su camello para evitar la contraindicación. Puede ser letal.

6 nov 2012

"HxCx De Filtro" Potasio

Potasio incrustado en el cartel de un concierto aparentemente inmovilista demuestra que la cerrazón mental tiene sus puntos de fuga. Porque, cuando se anuncia una fiesta punk -¿punk?- todo el personal sabe que habrá mucha pose, poca contracultura y una turba de borrachos entregados al descerebre, lo del pasado 5 de Octubre en la Guineuta fue un intento de ruptura. Después de un interminable desfile de imbecilidad terminal sale a escena el último grupo, Potasio, y una leve esperanza sobrevuela por encima del mal sonido gracias a un sintetista sinestésico, unas cuerdas obesas y un tambor de preescolar, reanimando una velada que ya estaba muerta.