Canciones precisas, sin aditivos. Salvaje de la primera a la última pulsión, Under The Funeral Moon se vuelve a componer cada vez que se escucha. Parece que aprendan a tocar conforme avanza la canción, pero no mejoran ni improvisan, insisten.
Los que lo escucharon bien en su momento(1993,tercer álbum) no se sorprendieron de lo que vendría después(discos Punk y citas a Suicide y Tom Waits).
Obra de innumerables escuchas que se ríe del tiempo. Con un mensaje que muta con nosotros y se vuelve cada vez más polimórfico.
Toda esa música corporativa que ponen en la ciudad, en realidad no nos explica en absoluto. En cambio hay aullidos de este disco en cada tienda de ropa, en cada Mcdonald's, en todas las calles.....Aunque huela a adolescente uni-neuronal, es posible que el garage no traspase jamás las fronteras de esta catedral.
Intentar sonar más homicida con tan solo bajo, batería y voz parece impensable.
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