La asfixia está creando grandes canciones para este país. Si primero fue El Pardo y después Medievo, ahora es el turno de Antiguo Régimen, el grupo que se debe escuchar, el grupo del atasco y el alboroto interno. Su primer disco ya está aquí, Política de tierra quemada, y sus títulos, las letras que éstos esconden tras ecos de cuerdas translúcidas donde el único blues es Echo and the Bunnymen, el fantasma de Johnny Marr, Three Imaginary Boys y Décima Víctima, lo explican todo: Plomo Fundido en Sangre, Los Ojos del Otro, Oculto, Frialdad Qirúrgica... No puede ser más 1985, pura cold wave, y por un juego de sombras del que ignoramos el truco, nueve canciones más tarde, nos parece una obra profética.
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