Se levantó entre cañas y quintos y gritó "El Get Lucky looser!". De inmediato, partida general, aplausos, pitorreo y otra ronda. Y es que Nice To Be Back sólo trae buenos momentos de contraste etílico, sonrisas y lágrimas, delirio, compañerismo y abrazar lo que sea para no caer, humor negro, oscuro, tenebroso... Decir sólo que es divertido sería injusto; decir que disecciona el dolor y la soledad del insurrecto quedaría hippie y autocomplaciente, digno de Frank Zappa o Tom Waits, y nuestro barrio está en el otro distrito, al otro lado del río, con el descastado, el ignorado, el maquetero. Oxy and The Morons aciertan de pleno en nuestro tono predilecto. Seguimos bailando.
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