"Castanets" Chuck Jackson

El regreso de Juerga Seria -blog y concepto, de nuevo perdido en vuestras redes- nos recuerda la consistencia de nuestro propio mundo creado, esa historia que no es más que la ucronía de cada uno, donde se distinguen los que escogen soul de antaño, espirituosos mal destilados, baile con fiereza, amor por la modernidad, odio por la modernez y todo lo que diferencia una juerga de rebaño -digamos Sónar de noche- de una juerga seria -digamos nuestros salones privados-.

"O Superman (For Massenet)" Laurie Anderson

Decir que O Superman es el single de 1981 que dio la fama a Laurie Anderson ya explica la inusitada naturaleza de esta rara mutación: en principio, la canción está basada en O Soberano, O Juez, O Padre, un aria de la ópera El Cid de Jules Massenet, y decimos en principio porque Atocinados no nota vinculación ninguna entre la balada robótica de Laurie y la fantasmal interpretación de Caruso en 1916, pero eso -seguro- se debe a nuestra ignorancia musical. Fueran cuales fueran sus motivaciones, Laurie sabía que la vanguardia tiene que ser Pop para poder existir, y cogió a Superman, un vocoder y otro loop, y a día de hoy suena como en aquel 81, suena moderno, inclasificable, clásico, admisible, nuevo, desorientador, eterno.

"Whole Wide World" Wreckless Eric

Las buenas canciones no tienen autor, simplemente suenan remotas y familiares, confundiendo la nostalgia de los que buscan en el verso cantado la misma respuesta que promete la descomposición del átomo: origen, significado, destino... Y Whole Wide World crea más vida que cualquier cábala supersticiosa de cualquier científico de cualquier universidad de cualquier ciudad; crea vida o, como mínimo, hace de ella algo mejor, al igual que T.Rex, The Beatles, Nina Simone y supongo que ya se imaginarán, todo eso por lo que el oxígeno no quema cuando no hay dinero. Sabemos que son nombres tabú pero de veras que esta canción es casi todo lo que importa.

"Nazi Rock" Serge Gainsbourg

Poeta infinitamente más divertido que Dylan; compositor auténticamente Pop -a diferencia de, por ejemplo, Cohen- e irremediablemente antisistémico y contracultural, el señor Gainsbourg será siempre un filtro para toda esa gente que no comprende ni el baile, ni el sexo celebrativo, ni el simbolismo, ni la diversión apocalíptica. Aquellos mismos que le odian por haberse follado a Juliette Gréco, Brigitte Bardot y Jane Birkin siendo tan feo. O por reescribir La Marsellesa en clave gore. O por tocar los huevos como nadie con este rock, invento de judíos, que se volvió nazi y frívolo en nuestras sucias manos.