"Go-Go Power" Sugar Pie DeSanto

Aprovechamos para lanzar un mensaje de auténtico socorro, pidiendo que si en realidad existe alguien que haya podido amalgamar singles soul con una existencia más o menos ordenada nos cuente cómo lo ha hecho, aunque se pueda tratar de un secreto fuera del alcance humano, nos da igual, saltarnos las reglas de los antiguos héroes o hacer trampa, pues estamos en una situación, y aquí queremos dar pena, verdaderamente desesperada. Y es que cuando pensabas que ningún go-go se vislumbraba más allá de Smokey Robinson, llega un día fatídico en el que vuelves a caer, una vez más, bajo unas piernas de hierro y una voz de la que parece surgir todo lo otro: el bajo, el tambor, los vientos y hasta la misma esencia de una canción viva que es interpretada por sus músicos cada vez que se escucha, o así lo creemos nosotros. Lo dicho: necesitamos ayuda urgente.

"Money (That's What I Want)" The Flying Lizards

Les recomendamos la versión que resucitó el aire tóxico de los centros comerciales y propuso lo que hoy en día nos tragamos sin sabor alguno: el dinero o su ausencia. Un single de 1979 de apreciable éxito comercial, contorsionándose por mixtura temporal con el clásico de Barrett Strong, que propaló el pop actual de laboratorio químico cuando aquello se llamaba Nueva Ola y en un grupo coincidían Michael Nyman y Vivien Goldman. The Flying Wizards, siempre más divertidos que The B-52's y menos pesados que Devo, fueron unos auténticos malnacidos muy cachondos.

"Living Room" Grouper

Al principio puede parecer otra nana de folk adusto y huidizo que se esconde tras una voz de caramelo con sabor a mercurio, pero luego, después de escucharla tres mil veces, comprendes que uno tiene que maltratar muchas melodías preciosas, retorcerlas con ruido y acabar convirtiéndolas en ambient aislacionista e industrial soterrado si quiere dar con estos dos minutos de desolación coreable, tarareable, silbable y, aunque sea abrazados a un fantasma, también bailable. Toda la discografía de Grouper, harto incómoda y antipática, se redime en 'Living Room', desamparo recogido para toda la familia.

"I Hear You Knockin" Smiley Lewis

Un cuarto de la mitad de Smiley Lewis tiene más arte que el elenco de estafadores que hoy en día copan todos los escenarios como si éstos fueran sitios de paso donde uno va a sentirse alabado. No se nos ocurre nadie, nadie, y eso que hemos estado pensando cerca de dos meses, que pueda compararse a estos artistas de antes, cuyos métodos y resonancia parecen pura ficción en la actualidad. Tocaban sus instrumentos más allá de la pericia técnica, el sonido e incluso la imagen, por muy bien peinado que lo vean, y encima sonreían a diferencia de las mujeres de plástico que bailan en MTV con cara de cabreo. Muy recomendable también la versión de Dave Edmund Rockpile, de cuando el rock blanco era algo más que el símbolo del dolar alzando los brazos en uve de victoria.

"Elvis me telefoneó" Espanto

Elvis me telefoneó la escribieron Los Vegetales, el primer grupo de Nacho Canut, para Terry IV, el último grupo de Villarrobledo, cuando tanto unos como otros querían ser Adam Ant y Bowie a la vez. La canción ha recorrido repertorios e inspiraciones pasando desapercibida hasta la otra noche, en pleno concierto, en el momento que babeamos, que bailamos sintiendo que sin ella, la canción, no podríamos seguir de la misma manera. Espanto superan la visión de Meteoro, Intronautas o La Monja Enana, y el eco, la sombra del sonido, el regusto añorado que aún percibimos hoy, tiene el calado donde reposan los derrelictos, la resonancia de lo eterno. 

"Ace of Spades" Link Wray

Seguimos con las canciones y sus títulos, títulos a veces confusos, otras definitorios, la mayoría una sencilla referencia que no se utiliza porque, al igual que los economistas, preferimos los números a la verdad. "Escucha la tres". "Yo prefiero la seis..." Hoy le toca a Link Wray, un shawnee mestizo abducido por los singles de la Sun Records que compuso y publicó su famoso Rumble en el 58, dos años antes que el Apache de los británicos Shadows. Nosotros les recomendamos otra cuyo título está raptado por el himno de Motorhead y que nada, nada, nada, nada tiene que ver con el hecho de ser un pichafloja sudoroso que esconde su barriga bajo un manto de cuero maloliente.

" Blue Monday" Fats Domino

Vamos a convenir por el bien común que todos los lunes son tristes. ¿Deacuerdo? Bien, pero necesitamos matizar porque vivimos de eso, de hablar sobre cosas que interesan a muy poquitos, hablar de que hay tantas tristezas como lunes en el calendario y que no todas son iguales ni mucho menos. Por un lado tenemos los lunes tristes de New Order, lunes cargados de ritmos superfluos y melancolía babeante que se hacen insufribles por lo vergonzoso, ruin, antinatural y despreciable que resulta oír versos como "si no fuese por tu desgracia, hoy sería una persona celestial". Por el otro, a las antípodas de New Order, están los lunes tristes de Fats Domino, lunes en los que se trabaja muy duro, y martes en los que se trabaja muy duro, y miércoles, y jueves... Pero la canción cambia con el viernes, cuando se recibe el sueldo, y explota el sábado por la mañana, antes de que el saxofón entone una especie de advenimiento finisecular. Y es que no todas las historias acaban mal.